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jueves, 30 de abril de 2015

CUANDO VOLVAMOS A CASA de NURIA GAGO


Abro el blog con este libro por tres cosas en concreto. Una porque es el último libro en leerme, dos porque ha sido una grata sorpresa y tres porque admiro mucho a la escritora. 


Nota: En la parte de Citas favoritas del libro intentaré no poner nunca ningún nombre para "evitar más spoilers" 





Reseña:
Paula necesita un cambio en su vida. Ha decidido dejar de llamarse Paula para pasar a hacerse llamar Oceanne, como si ella, con su pelo rojo y apariencia enigmática hubiera sido sacada de una película francesa. Oceanne estudió periodismo pero ahora es camarera en la Facultad. Allí sirve cada día su café y su bollo de chocolate a Álvaro, que acaba de llegar desde Santiago para cubrir una plaza como profesor de geografía pero sobre todo para huir de su pasado y del recuerdo de Carla, a la que no podía evitar ver sufrir. Paula estudia alemán con Manu, compañero de la Facultad. Él la sigue donde vaya como si se tratara de su estela. Nadie va a quererle como Mónica. Su hermano Sergio tampoco puede olvidar a Claudia y lo más parecido que tiene a una relación es la hora del cola-cao con Paula los fines de Semana. Tampoco Salva dejará de querer a Lali, ni escapar su recuerdo, y eso que han pasado muchos años ya. Como todos ellos, Laura, Marc, Roberto, Susana, Raquel… viven sus vidas y llevan a cuestas el peso de su pasado. Pero no sólo eso, también el peso de sus sueños, de sus esperanzas y de las ilusiones que algún día nacieron en algún rincón de su mente cuando todo era distinto y todo parecía seguir otra dirección. Son esclavos de sus circunstancias, como todos, y no solo de las suyas sino también de las circunstancias de quien les rodea y las diferentes relaciones que con cada uno de ellos tienen. Porque cada persona es un mundo y cada relación encierra una historia diferente en la que las emociones de cada uno de los implicados fluye de forma incontrolable hacia su desembocadura, en la que no siempre coinciden.


Opinión personal:
Es una lectura rápida, engancha fácilmente, es tierna, dulce y a su vez consigue meterte completamente en el papel de cualquiera de sus personajes. Son sentimientos reales, tan reales que probablemente hayas vivido mas de uno durante el trayecto de tu vida, y eso la hace una lectura muy humana. Nuria me ha sorprendido al escribir este libro por la capacidad de empatizar tanto con ciertos sentimientos. Es una lectura sensible y natural. Creo que ese es su verdadero encanto. Es fácil sentirte identificada. 


Personajes favoritos:
Camión y Laura. 


Citas favoritas del libro: 
- Sabe tantas cosas... que no sabe nada.


- Por favor, ¿cómo es?
- Es mas buena conmigo que tú.
- Y ¿qué más?
- Y es más tranquila.
- Y ¿qué más?
- Y menos caprichosa.
- Y ¿qué más?
- Y me demanda menos cariño que tú.
- Y ¿qué más?
- Y no está chiflada como tú.
- Y ¿qué más?
- Y nunca en la vida podré quererla ni la mitad de lo que te quise a ti.


- ¿Sabes cuando de repente se te parte el corazón? Ese preciso momento en que notas una punzada, un dolor, una rotura real, te lo juro, un latido fuerte y luego una pausa, te quedas sin aire y ya está... se rompió. Y lo notas. Notas que ese corazón, aunque sigue latiendo, ya no es el mismo de antes, es otro. Me ha pasado eso. Se me ha roto, lo he notado. Es imposible hacer ver que es como antes. Ya no le quiero. De golpe. Así. Ni le creo ni quiero que me explique nada. Sólo quiero que deje de mentirme. A mi ya me da igual. Ya no le quiero. Te lo juro. Ya no le quiero. Qué raro... Así de golpe. Ya no le quiero.



- A él le llega un mensaje, el móvil vibra sobre la mesa. No lo lee e intenta actuar con naturalidad, como si ese mensaje no hubiera llegado nunca. 
Ella no necesita más pistas. Cuando uno se ha mirado en los ojos del otro durante años, es fácil saber qué esconde cada mirada y hay cosas que a una no le pasan inadvertida.
Debe de ser el famoso sexto sentido.
Se acabó la magia. Se rompió el encanto.


- No está mal ser dura a veces, lo que no funciona es hacerse la dura, las caretas se caen pronto. Pero reivindicar lo que uno cree justo es un acierto.


- Ahora, tres años mas tarde, recordando sus días con ella, vuelve a sentir el dolor. Creía que ya no dolía, pero no es cierto. Cuando no piensas en algo, deja de existir, y lo que no existe no duele. Pero ella no es tan fácil de olvidar. Ser demasiado consciente de las propias emociones y de dónde proceden puede ser una verdadera putada.


- Uno tiene su vida montada, planificada, más o menos estructurada, cuando el destino, o los dioses, o la fortuna (bueno, la << mala fortuna>>) decide que las cosas deben cambiar. Y tú, que no tienes control alguno sobre el destino y muchísimo menos sobre el designio de los dioses, te quedas con cara de idiota mirando cómo todos tus planes se desmoronan delante de ti. 


- Se dieron cuenta de que no tenían nada que contarse y aún menos ganas de escucharse. 


- Y de tontería en tontería, consiguió desencantarla.


- Ese día llovió a cántaros en su boca y en su tráquea y en su estómago. 


- El dolor no es eterno, pero la nostalgia puede alargarse un poco. 


- Rompe a llorar, y le encantaría gritarle al mundo, al cosmos, al universo... que no está sola, que está perdida.

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